Mis años de infancia

martes, 4 de mayo de 2010

Amigos, les quiero platicar un poco de mí, muchos de ustedes me conocen, por mi programa, por las acciones que he realizado, por mi trabajo en el servicio público, pero hoy quiero compartirles un pedacito de mi vida, cómo llegué hasta dónde estoy y cómo mis padres contribuyeron para ser la persona que hoy soy.

La natación siempre ha sido mi pasión, me ha fomentado la disciplina que ahora me permite ser una persona ordenada y metódica, siempre me gustaron los retos, y si me decían “no puedes”, ¡ha! claro que demostraba que sí.

La primera vez que me aventé a una alberca, tenía tan solo 2 años, ¡y no sabía nadar!, me cuenta mi mamá que se espantó mucho pero vio que después salí del agua, desde entonces supo que su hija sería campeona de natación.

Mis años de infancia transcurrieron entre la escuela y los entrenamientos de natación, asistí a la escuela primaria anexa a la Normal junto con mis hermanas, donde fui abanderada de la escolta de la escuela, y miren que para ser parte de la escolta se debía tener excelentes calificaciones, pues los maestros evaluaban las décimas y hasta las centésimas de la calificación para elegir a los integrantes.

Siempre fui una alumna de diez, la gente preguntaba a mis padres qué nos daban a mis hermanas y a mí para que fuéramos muy inteligentes, y ¿saben qué decía mi mamá?, que el secreto estaba en la alimentación y el deporte, de niña comía mucho la granola, las pipitorias que son dulces de panela, esto hacía que recuperáramos las energías ya que no comía carne y entrenaba mucho, dulces francamente casi no comía, pero sí me encantaban, y me encantan aun, las nieves de leche, como lunch para la escuela, mi mamá nos preparaba fruta, pepino y perejil con limón, así que me acostumbré mucho a la verdura, hoy en día ya como carne pero menos la roja.

Me inicié en la natación a los 5 años, han de saber que la alberca era dividida en carriles según los niveles que tuvieran los alumnos, yo debía empezar en el carril de principiantes que no está muy hondo, pero en el primer día me aventé al carril de intermedios, mi mamá, mis hermanas y el entrenador me gritaban que me saliera, y yo seguí nadando hasta salir del otro lado.

Ya más grande, mi papá nos llevaba a natación a las 5 de la mañana y la alberca no tenía calefacción, muchas veces hasta me gustaba romper la escarcha que tenía el agua, la gente veía que del agua salía como humo y pensaban que era agua tibia, pero en realidad era de lo fría que estaba.

Pero han de saber que durante mi etapa de primaria, no solo hice deporte, también me gustaba la música, formé parte de la Orquesta Típica de la Norma, donde tocaba la mandolina, y ¿saben?, grabamos dos discos LP, ¿quién de ustedes conserva alguno?, también salí en bailables, creo firmemente que la formación musical también es muy importante en la vida de los seres humanos, nos hace más sensibles.

Viví en el Fovissste, me gustaba jugar en el pasto con mi mamá y mis hermanas a las escondidas y a la pelota, pasamos muy buenos momentos también con mis vecinos, ¿alguien de ustedes compartió esos juegos conmigo?, escriban alguna anécdota, me gustaría recordarla.

Otro momento que recuerdo de mi infancia es que tuve varias mascotas, siempre me han gustado los animales, he tenido gatos, perros, hamsters y peces, tuve un gato que cómo lo quise mucho y hasta fotos me tomé con él.

Me gustaba que los domingos mis papás nos llevaban a mis hermanas y a mí al parque de Los Berros, me encantaba subirme a los carritos y comer nieve, y también íbamos a Perote a jugar y a subirnos a los árboles, mi mamá siempre decía que el juego estimula la mente de las personas y es elemento formativo para los niños, ¿y saben qué?, es verdad, porque eso sí, cómo jugué y mucho.

Con cariño también recuerdo que mis padres me hacían fiesta de cumpleaños, que pasaba con mi familia y algunos amigos, me encantaba el pastel de 3 leches con coco y piña, y claro, aun me gusta y mucho.

Ya en otra plática les seguiré contando más de mí, les envío un grato saludo.